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Manejo y Alimentación del Ganado Lechero

El recién nacido y su atención

Una vez que el ternero nazca, es importante limpiar su hocico y nariz para evitar que se asfixie con las mucosidades. Normalmente, la madre vaca lo lamerá, pero si no lo hace, es necesario estimular su respiración y circulación frotando su cuerpo con una manta. Es crucial prevenir infecciones en los terneros recién nacidos, ya que son muy vulnerables durante los primeros días. Las enfermedades a menudo ingresan a través del cordón umbilical y el hocico. Por lo tanto, es necesario cortar el cordón umbilical a unas pocas pulgadas del cuerpo del ternero y aplicar merthiolate, sulfa o tintura de yodo. Además, se deben lavar los pezones de la ubre con agua y jabón para evitar la suciedad y secarlos con un paño limpio antes de permitir que el ternero amamante.

Es fundamental que el ternero recién nacido ingiera una cantidad adecuada y repetida de la primera leche de la madre o calostro debido a sus propiedades nutritivas y laxantes. Esto ayuda a preparar al ternero para adaptarse a su nuevo entorno y garantiza un buen crecimiento.

Para lograr esto, es necesario separar a la ternera de su madre durante los dos primeros días de vida. Esta separación proporciona múltiples beneficios, como evitar que la ternera ingiera grandes cantidades de calostro y sufra trastornos digestivos, prevenir infecciones y contaminaciones del lugar de nacimiento, y facilitar que aprenda a beber de un balde o botella con chupón. Además, la madre sufre menos estrés por esta separación rápida y responde mejor en términos de producción de leche.

En general, la mayoría de las terneras solo necesitan ser alimentadas dos veces al día, aunque a las más pequeñas y débiles se les debe suministrar alimento tres veces al día durante la primera semana de vida.

La cantidad de leche que deben recibir los terneros depende de su peso, y se recomienda que la cantidad esté entre el 10% y el 12% de su peso corporal para asegurar un buen desarrollo.

Después de cada alimentación, es importante lavar los utensilios con agua hirviendo o solución de cloro y dejarlos secar en un lugar adecuado. Es fundamental que las terneras sean alimentadas a la misma hora todos los días.

La leche para alimentarlas no debe provenir de vacas enfermas con enfermedades contagiosas como aborto contagioso o mastitis grave y debe estar a una temperatura entre 37°C y 38°C. Durante las primeras semanas, es necesario descornar a los terneros para prevenir lesiones entre las vacas, lo cual se puede hacer mediante la cauterización de los cuernos con soda cáustica u otra pasta descornadora, o con herramientas específicas. También es importante marcar a los animales para su identificación cuando sea necesario.

Es recomendable que, durante las primeras semanas de vida, las terneras se mantengan en jaulas individuales, ya que esto facilita su cuidado y las protege de enfermedades contagiosas. Estos encierros individuales deben ser de fácil limpieza, con medidas de 1 x 2 metros y paredes laterales de 1 metro de altura, y contar con una puerta de entrada, un lugar para colocar forraje, un comedero para concentrados y un suministro de agua limpia y abundante. De esta manera, se asegura que las terneras estén cómodas y tengan todo lo necesario para un adecuado desarrollo en las primeras etapas de su vida.